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 De repente el mundo se había vuelto loco. Nadie necesitaba animales ya, no eran útiles y hasta daba vergüenza admitir que te gustaban los gatos, los perros…Eso era de gente atrasada. Los animales eran basura y podían prescindir de ellos, maltratarlos, torturarlos, abandonarlos en cualquier cuneta, asesinarlos… Estaba de moda y muy bien visto entre ciertos grupitos que presumían de sus hazañas en una Red en la que cabía de todo.
   Los casos urgentes crecían por momentos, animales muertos de hambre, atropellos, accidentes, protectoras llenas… Mientras la solidaridad se escondía dentro de un calcetín debajo de la cama, no fuera a ser que alguien la encontrara y sacara nuestro lado Humano y nos hiciera implicarnos en el dolor y los quebraderos de cabeza, “¿Qué me importa a mi lo que pueda sufrir un simple gato si yo tengo una hipoteca que pagar?” “Si miro hacia otro lado esa gatita morirá y yo haré como que no he visto nada”...
   Dicen que la locura se puede llegar a contagiar, como si fuera un virus, y por suerte eso es lo que unió a diferentes personas, de diferentes edades, de muchos lugares de España. Una locura felina y contagiosa.
   Sabían que no podían solucionar la crisis mundial, que el problema del paro seguiría afectando a miles de personas y que el precio del gas o de la luz no bajaría nunca gracias a ellas, eso no estaba en sus manos. Pero decidieron unirse para intentar paliar los dolores de los más desvalidos en una sociedad consumista, egoísta y sin humanidad. Decidieron ayudar a todos esos gatitos que sufren dolor, abandono, mutilaciones, que no tiene casita, que van a ser sacrificados simplemente porque en este mundo ya no hay lugar para ellos, no merecen vivir, son un foco de contagio de enfermedades…
   Fue el sueño de unas cuantas locas que un día decidieron madurar y llevar a la práctica. Tendrían una cuenta corriente, en ella ingresarían cada mes lo que pudieran y con ese dinero ayudarían a operar a esa gatita gravemente herida, salvarían a ese gatito de ser sacrificado, pondrían un poco para ayudar a esa protectora en graves problemas económicos… Todo un mundo para unas personas totalmente normales, con trabajos normales, algunas en paro y todas con unas cargas hipotecarias. ¿De verdad 5 euros mensuales van a sacarte de la ruina? Piénsatelo y únete a nosotras, salvar a un gatito no te ayudará a pagar el colegio de tus hijos pero te dejará un buen sabor de boca, un calorcito suave y dulce en el corazón y nos ayudarás a dejarles un mundo mas humano, sensible y solidario a nuestros hijos.

Escrito por nuestra loca Yudit de Leonardo Marchal

 

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