Aún cuando esta bitácora se dedica principalmente a la tecnología, me siento obligado a interrumpir sus transmisiones normales para ofrecer un comunicado de servicio público.
Como si el asunto ya fuera costumbre, hoy – y por segunda vez en el año – me entero de una amiga que se está deshaciendo de su gato como “medida preventiva” debido a que se encuentra embarazada. Así, como si el animalito fuera un trasto viejo.
Después de todo, sólo es un gato, ¿no?
Ahora, entiendo que un embarazo significa una alegría que todos debemos esforzarnos en preservar, pero sucumbir a la ignorancia de las creencias populares al momento de recibir un hijo, es algo tan noble como exterminar los perros de la Plaza de la Constitución para recibir un nuevo gobierno.
Y dado que el oscurantimo se acabó en el medioevo, vamos a acabar de una vez por todas con cuatro grandes mitos sobre los gatos y el embarazo:
1. Los gatos son cochinos
Los gatos – y en general todo animal doméstico – es tan cochino como lo es su dueño. Claro: si al bicho le damos carne sin cocer o las sobras de la semana pasada, le limpiamos la caja de arena sólo cuando el hedor se hace insoportable y lo dejamos vagar entre los tarros de basura, ciertamente estará sucio. Read the rest of this entry »